El Internet de las cosas, también conocido como IoT por sus siglas en inglés (Internet of Things), hace referencia a la conexión de objetos de la vida cotidiana a Internet. Al estar conectados a la red, los dispositivos envían y reciben datos que les permite hacer más fácil la vida del usuario. El objetivo del Internet de las cosas es poder conectar cualquier cosa del mundo real.

El funcionamiento de los objetos basados en el Internet de las cosas se realiza a través de la interacción M2M o máquina a máquina (machine to machine en inglés). Esto quiere decir que los dispositivos se comunican entre sí sin necesidad de que intervenga el ser humano. Para poder hacer esto, se utilizan sensores y chips.

Todos los objetos que reciben el nombre de dispositivos inteligentes forman parte del Internet de las cosas. En nuestra vida cotidiana, en lo primero que pensamos es en nuestros teléfonos inteligentes (smartphones). Pero el Internet de las cosas también está muy presente en automóviles, cámaras de seguridad, termostatos, interruptores, o electrodomésticos como lavadoras, secadoras, frigoríficos, aspiradoras, etcétera. Su uso no sólo se centra en el hogar, sino que, gracias a la recogida de grandes volúmenes de datos y la automatización, es muy utilizado en muy útil en compañías de en multitud de sectores, dando lugar a una gran variedad de aplicaciones y servicios. 

Usos del Internet de las cosas

Los campos en los que el Internet de las cosas se está haciendo más popular y proporcionando mejoras son los siguientes:

  • Industria 4.0: Se utiliza sobre todo para colocar sensores que permitan tanto recolectar información para mejorar los modelos para su comercialización, como para realizar un mantenimiento predictivo de averías o roturas. También puede utilizarse para asegurar la seguridad de los trabajadores. En este sector, el Internet de las cosas recibe su propio nombre, Internet de las cosas industrial o IIoT.
  • Infraestructura: Cada vez es más común el uso del Internet de las cosas en la infraestructura urbana o rural. Se utiliza para el seguimiento y el control de ésta, así como para responder rápidamente ante cualquier evento inesperado que pueda suponer un peligro para la seguridad. También puede utilizarse para su mantenimiento.
  • Agricultura y ganadería: El Internet de las cosas en la agricultura facilita los trabajos de monitorización. Además, también permite optimizar los recursos y mejorar la productividad. En Cedesa, disponemos de un software agrícola con el que cualquier explotación puede hacerse más eficiente. Además del sector agrícola, el Internet de las cosas también está presente de forma similar en el sector ganadero. Para este caso, en Cedesa también disponemos de un software ganadero con el que optimizar las explotaciones y que facilita la recogida de toda la información necesaria exigida por la administración.
  • Transporte y logística: En el sector del transporte, la aplicación del IoT aporta facilidades en cuestiones como el pago de peajes, el estacionamiento inteligente, la asistencia de rutas, el control del tráfico, etcétera. Además, en cuestiones de logística, permite hacer un seguimiento de las condiciones y la ubicación de las cargas.
  • Salud: En los hospitales, el Internet de las cosas permite el monitoreo de los pacientes y, por tanto, puede utilizarse como sistemas de aviso en caso de emergencia. También se utiliza en dispositivos como marcapasos, audífonos o implantes.

 

Volver atrás